A pesar de que los modelos de consumo actuales están muy ligados a la generación de basuras, vivir sin residuos es una alternativa a la que cada vez se están sumando más personas.
El primer paso es tomar consciencia del impacto que supondría para el medioambiente y nuestra salud vivir sin generar residuos, así como la gran contribución a la eliminación de desechos de los gestos más simples. No es fácil, ya que no solo requiere un cambio a nivel personal, también se necesita el esfuerzo colectivo: ciudadanos, administraciones y empresas.
Además, lo más complicado no es adquirir hábitos más sostenibles, sino encontrar establecimientos que ofrezcan opciones orgánicas para todo lo que necesitamos en nuestro día a día. Aunque ojo, ¡esto no puede ser una excusa!
Si hasta ahora no te habías planteado formar parte de este estilo de vida, lo más recomendable es empezar poco a poco, e ir incorporando acciones que reduzcan la cantidad de residuos que generas. Si a nivel individual vamos implementando pequeños cambios que nos vayan ayudando y encaminando a reducir al máximo la generación de residuos en nuestro día a día, será un gran paso para crear un mundo sin residuos y mucho más sostenible.
Las pequeñas iniciativas generan grandes cambios. Estos, a su vez, contribuyen al beneficio común.
Filosofía Cero Residuo o Zero Waste
Si haces una búsqueda rápida en la red sobre modos de vivir sin generar residuos, seguro que te vas a encontrar con estos dos términos: Cero Residuo y Zero Waste.
En realidad, son dos formas de llamar a un mismo movimiento. El movimiento Zero Waste. No existe diferencia alguna entre ambos, solo el idioma en que se expresan. Pero, ¿en qué consiste el movimiento Zero Waste?
La filosofía Zero Waste tiene como único fin reducir, todo lo que sea posible, la basura que generamos a diario como consecuencia de nuestra actividad y desarrollo.
Además de reducir la huella que estamos dejando en el planeta, quienes la siguen buscan:
- Fomentar un estilo de vida más alejado de lo material.
- Disfrutar más de los momentos que nos regala el día a día.
- Vivir más intensamente las experiencias que nos enriquecen por dentro.
Como base de todo el movimiento Zero Waste, encontramos la regla de las 5 R:
- Rechazar. Todo aquello que no sea necesario, evita usarlo. Como por ejemplo las bolsas de plástico y envases de un solo uso.
- Reducir. Busca alternativas cero residuo para satisfacer tus necesidades. Un ejemplo sería, cuando vas al trabajo o sales a caminar, porta tu propio termo o botella de agua que sea reutilizable. Así, no tendrás que comprar bebidas envasadas que únicamente generan residuos.
- Reutilizar. Vuelve a disfrutar de los materiales y envases, dale una segunda vida ¡Y tercera! Cambia las bolsas de plástico por bolsas de ropa o bolsas reutilizables, o incluso puedes utilizar el clásico carrito de la compra, seguro que tu espalda lo agradecerá.
- Reciclar. Si no optas por las anteriores, quédate con opciones a las que se puedan dar más de un uso. Recicla todos los residuos que no puedas reaprovechar como puede ser papel, vidrio, aluminio, plástico reciclable, etc.
- Rot. Otro modo de fomentar la filosofía cero residuo, es a través del compostaje. El compostaje es el proceso de descomposición natural de los residuos orgánicos. Haciendo compostaje, los residuos orgánicos como la comida se integran y se convierten en tierra. El resultado es un abono perfecto que contiene vitaminas, enzimas y hormonas que contribuyen a mejorar el equilibrio biótico del suelo.
Momentos en los que vivir sin residuos es posible
Si reflexionas un momento sobre la cantidad de residuos que generas a diario, por ejemplo en aspectos como la alimentación, higiene o limpieza de tu casa, puedes crear una larga lista de productos y envases que van a parar a tu cubo de la basura.
Según tus hábitos, o el número de personas que viváis en la misma casa, ese cubo será más grande o más pequeño. La filosofía Zero Waste persigue que este hábito sea lo más reducido posible y que, en lugar de sacar dos bolsas de basura diarias, saques una al día, o cada dos o tres días.
¿Cómo se puede conseguir esto? Creando momentos Zero Waste. Es decir, situaciones en las que puedas contribuir a la no generación de residuos, sin comprometer tu bienestar y acompañarlo de experiencias positivas que merezca la pena vivir.
De ese modo, no te supondrá ningún esfuerzo vivir sin residuos y, a la vez, cuidarás del medioambiente y de tu salud. ¡Veamos algunos momentos Zero Waste!
Disfruta de una taza de café sostenible
Si normalmente cada mañana tomas café fuera de casa, lleva contigo una taza de acero (apenas notarás que la llevas en el bolso), y pídele al camarero de tu cafetería favorita que te lo sirva en ella, en lugar de en el vaso de usar y tirar de siempre. Si utilizamos nuestra taza preferida en lugar de vasos desechables, este hecho, podrá reducir significativamente el desecho de papel y cartón, considerando que este puede durar más de 500 años en los vertederos.
Podrás llegar al trabajo a tiempo, disfrutar de tu café mañanero y proteger al planeta. ¡Y el día solo acaba de empezar!
La misma idea sirve si eres un asiduo de las máquinas de café de oficinas, hospitales, o cualquier otro edificio público o privado.
Ve a la compra con tu bolsa de tela personalizada
Deja de usar la aburridas bolsas de plástico que ofrecen los supermercados para guardar la compra, y lleva tus propias bolsas customizadas a tu gusto. ¡Estarás siempre a la última y defenderás tus valores!
Otra opción es usar un carrito, también de tela, que puedes llevar para compras más grandes con la comodidad de que tiene ruedas incorporadas. Seguro que con el peso tu espalda te lo agradecerá. Eso sí, ¡no se te ocurra ponerle motor!
Apuesta por el granel y siente el aroma de las tierras de cultivo
Entrar a un establecimiento en el que se respire un aroma limpio, natural y ecológico deja una sensación indescriptible. Si cierras los ojos, parece que estás en el campo, rodeado de cultivos de verduras, legumbres, trigo o incluso en un frutal.
Apostar por la compra a granel será tu pequeña fuga de escape dentro de la ciudad, ¡y te ayudará a vivir sin residuos!
Además, con la compra a granel, podrás llevar tus propios envases reutilizando objetos que tengas en casa. Y, sobre todo, potenciarás el comercio local.
Alivia la sed mientras cuidas de nuestros manantiales
No hay nada como refrescarse por dentro con un agua fría y pura. Y si, además, usas botellas de acero, cristal o siliconas, la satisfacción es doble.
Así estarás aportando tu granito de arena para disminuir los plásticos. y permitir que los manantiales sigan limpios y sanos. De esa forma, podrás disfrutar del agua de forma sostenible.
Fabrica tus propios cosméticos con amigas
Amistad y vivir sin residuos. Si ambos valores son importantes para ti, júntalos y pasa un rato divertido con tus amigas creando vuestros propios cosméticos Zero Waste.
Esos momentos serán recuerdos que tendrás para siempre y cada vez que te mires al espejo los verás reflejados en tu piel. Porque lo natural, además de cuidar del planeta, cuidará también de ti.
Pasa una tarde divertida creado jabones con la familia
Si tienes niños pequeños, enséñales a fabricar jabones. Háblales de la importancia que tiene lo que están haciendo para poder vivir sin residuos y cuidar del medioambiente.
Podréis pasar tardes entretenidas y crear hábitos sostenibles que ellos mantendrán toda la vida. Además, con la fabricación de jabones caseros, aportaréis a la sostenibilidad del entorno, ya que reduciréis, tanto el impacto ambiental de tu consumo, como los niveles de contaminación que causa la fabricación industrial del jabón.
¿Te animas a crear tus propios momentos Zero Waste? Esos son algunos ejemplos, pero seguro que se te ocurren muchos otros.
Sea como sea, lo importante es saber aunar sostenibilidad, bienestar y experiencias positivas que te hagan saltar al siguiente nivel. ¡Un nivel sostenible!