Terremotos, grandes nevadas y heladas, lluvias intensas, tormentas, inundaciones, olas de calor y de frío, tornados, incendios, temporales, plagas, epidemias, contaminación de mares por vertidos, emisiones causadas por grandes explosiones… Todo ello son desastres naturales y, en su mayoría, provocados por las alteraciones que sufre el medioambiente y el planeta.
Aunque es cierto que no somos superhéroes para luchar contra algunos de estos fenómenos, sí que podemos frenar aquellos que están, en parte, motivados por nuestros comportamientos. La mejor medicina para reducir el riesgo de desastres es, precisamente, la concienciación ciudadana.
Lo ideal es actuar para prevenir. Y es ahí donde debemos enfocar nuestros esfuerzos.
[bctt tweet=”Descubre qué son y qué medidas están a tu alcance para prevenir los desastres naturales” username=”rolleat”]
Si no sabes de qué forma contribuir en la reducción del riesgo de desastres, en este post encontrarás algunas iniciativas a las que te puedes sumar, así como información interesante sobre el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.
¿Te apetece saber en qué consiste? ¡Vamos a ello!
¿Qué es la reducción del riesgo de desastres?
Antes de pasar a ver cómo podemos prevenir los desastres naturales, o qué iniciativas te proponemos para ello, veamos en qué consiste exactamente reducir el riesgo de ocurrencia de un desastre natural.
Cuando hablamos de riesgo, nos referimos a la probabilidad de que una amenaza existente se materialice y llegue a provocar daños biológicos, materiales, físicos o medioambientales.
Amenazas siempre habrá (y algunas no las podremos controlar), pero hay otras que sí podemos gestionar e, incluso, contener para que el riesgo sea menor. Cuando eso ocurre, se dice que se ha reducido el riesgo de un desastre.
Por tanto, la reducción del riesgo de desastres se puede definir como el conjunto de medidas o acciones que se llevan a cabo para minimizar la amenaza existente se llegue a producir. Por ejemplo, un vertido al mar, una explosión que contamine la atmósfera, la muerte de animales…
Normalmente, para calcularlo y saber donde hacer hincapié y adoptar más medidas, se analizan dos factores:
- Probabilidad. Es decir, si hay más o menos expectativa de que ocurra.
- Impacto. O, lo que es lo mismo, cuáles serán las consecuencias de que ese riesgo no se reduzca o llegue a producirse.
¿Cómo prevenir los desastres naturales?
Después de esta clase express sobre gestión de riesgos, es el momento de pasar a la acción. Ahora es tu turno, o más bien el turno de todos, porque si no colaboramos unidos, el planeta no podrá superar tanta exposición a diferentes desastres naturales.
Así que, veamos lo que está en nuestras manos y cómo podemos conseguir que, finalmente, aquellos riesgos que se están acelerando por el comportamiento de las personas, se frenen. ¡Necesitamos tu compromiso!
Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres
Cada año, el 13 de octubre, se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.
En cada edición se aborda una temática diferente, aunque siempre con el mismo objetivo; fomentar los buenos hábitos para proteger al medioambiente. Y, en especial, concienciar tanto a cargos públicos como a ciudadanos a tomar medidas dirigidas a minimizar este tipo de riesgos.
Las estrategias que se llevan a cabo para la celebración de este día, están muy ligadas a los 7 objetivos que marcan el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres, un documento firmado por todos los países miembros de la ONU. Estos son:
- Reducir la mortalidad causada por este tipo de fenómenos.
- Disminuir el número de personas afectadas.
- Minimizar las pérdidas económicas que acarrean estos sucesos.
- Reducir los daños a infraestructuras críticas.
- Aumentar el número de países que adoptan medidas para reducir este riesgo.
- Potenciar la cooperación internacional en este aspecto.
- Incrementar los sistemas de alarma para poder actuar a tiempo.
El principal problema, es que muchos de los desastres que están sucediendo en los últimos años han empeorado con el cambio climático, donde todos tenemos mucho por hacer.
Es necesario crear consciencia de que esto no ocurre porque la naturaleza se comporte así. Ocurre porque entre todos estamos agravando la salud del planeta, y sus síntomas cada vez son mayores. ¡Necesitamos encontrar la cura!
Si conseguimos disminuir el impacto negativo que originan todos nuestros hábitos, daremos fuerza al desarrollo sostenible y a resultados más esperanzadores.
Otras iniciativas para prevenir los desastres
¿Cómo se pueden prevenir los desastres naturales a título personal? Cada uno de nosotros también podemos adoptar medidas, que no dependan de gobiernos ni autoridades.
Aunque sean a pequeña escala, si todos aportamos algo de valor, beneficiarán al interés común. Veamos algunos ejemplos:
- Evitar el uso de envases de plástico. Para así acabar con la contaminación, degradación de suelos y mares que ocasiona este material y la muerte de especies marinas que altera su ecosistema.
- Apostar por la regla de las tres erres. Reducir, reutilizar y reciclar. Si regimos por este orden de preferencia todas nuestras acciones, el medioambiente nos lo agradecerá y la reducción del riesgo de desastres será posible.
- Fomentar la compra de productos respetuosos con el medioambiente. O los llamados eco friendly o ecológicos. Para alejarnos así de malas prácticas industriales que acaban provocando emisiones de más, o contaminación en los ecosistemas naturales.
- Reducir la energía consumida. ¿Sabes qué cantidad de gases se expulsan a la atmósfera en la quema de combustibles fósiles para producir energía? ¿O te imaginas cuál es el volumen de residuos nucleares que se generan? Actualmente estas son las dos fuentes principales de producción de energía. ¡Reduce tu consumo para evitar los daños que dejan en el planeta!
- Dar difusión a la misión. Al igual que utilizas tus redes sociales para compartir contenido divertido, utilízalas para dar difusión a este mensaje. ¡Haz que tus amigos se sumen a estas iniciativas! Cuantos más seamos, mayor conciencia crearemos y mejores resultados conseguiremos de todas las acciones para la reducción del riesgo de desastres.
Los daños que provocan estas catástrofes, no solo afectan al medioambiente y a las especies que viven en entornos naturales, sino también a nuestra salud y calidad de vida.
Así que, hazlo por ti, por tu familia y por los cientos de especies que están en peligro. Es necesario acabar con los gases de efecto invernadero, la tala masiva de árboles, la explotación de selvas, el mal uso de los recursos naturales, los vertidos al mar y otros peligros que acaban con las peores consecuencias.