En la actualidad, para destacar como marca hace falta algo más que un producto. El consumidor ya no se mueve únicamente por la oferta, busca una experiencia, una marca con valores claramente definidos con los que se sienta identificado. En este sentido, y en el contexto medioambiental actual, la sostenibilidad se ha vuelto uno de los aspectos más decisivos, hasta el punto de influir en el 67% de los procesos de compra

Por ello, cada vez más empresas están asumiendo un rol proactivo, no solo a través de procesos de producción o prácticas más responsables, sino que se convierten en prescriptores del cambio. Este comportamiento responde, por un lado, a la necesidad de justificar por qué es necesario el producto o servicio que ofrecen y, por otro lado, a la capacidad de las marcas para influir en los hábitos de consumo. Como empresa con un propósito definido, debemos educar a los consumidores sobre el impacto que generan sus decisiones de compra. 

Educación medioambiental: la perspectiva de Roll’eat

En este sentido, existen diversas formas de inculcar esta conciencia ambiental. Desde Roll’eat, hemos optado por apelar sobre todo a las nuevas generaciones, que serán los principales agentes de cambio. Por ello, hemos colaborado con escuelas e instituciones en numerosas iniciativas para promover un consumo responsable, proporcionando nuestros productos como alternativas sostenibles y reutilizables a los envoltorios de un solo uso.  Además, a través de los niños, estos valores se trasladan al hogar, creando un efecto multiplicador en la sociedad y una educación bidireccional en materia de cuidado medioambiental. 

Otro recurso utilizado por las marcas para posicionarse como agentes sostenibles son los días internacionales. El Día Mundial del Medio Ambiente o el Día Internacional de la Reducción de Residuos sirven de pretexto para llevar a cabo campañas de concienciación social y declararse como empresas con un claro compromiso sostenible, además de promocionar sus productos o servicios alineados con ese propósito. 

El peligro del “greenwashing” en la construcción de marcas conscientes

Pero ser sostenible no debe ser simplemente una tendencia o una estrategia de marketing para generar más ventas. Al convertirse en un valor clave para los consumidores, ciertas empresas han decidido tomar acción, blanquear ciertas prácticas y utilizar mensajes que destacan su compromiso medioambiental para acceder a consumidores sensibles a causas ecológicas en sus decisiones de compra. Esta práctica, denominada “greenwashing”, afecta a marcas que sí están realmente concienciadas y dificulta su credibilidad y diferenciación en el mercado. Además, como consecuencia, los consumidores se han vuelto más escépticos, reclaman más transparencia e información y establecen estándares más elevados para confiar en el propósito ambiental de una empresa. 

En definitiva, impulsar la conciencia social y medioambiental a través de las marcas no solo contribuye a un futuro más sostenible, sino que también fortalece la conexión con un consumidor cada vez más exigente y comprometido. En Roll’eat creemos que la educación, la transparencia y el compromiso real son esenciales para construir un cambio duradero en los hábitos de consumo. Apostar por alternativas reutilizables y fomentar el consumo responsable no es una estrategia de marketing, sino una responsabilidad que asumimos para inspirar a las nuevas generaciones y transformar la manera en que interactuamos con el entorno.



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