En Roll’eat llevamos años desarrollando soluciones reutilizables para reducir el uso de envoltorios desechables como el papel de aluminio. Y este hecho no es arbitrario: su impacto ambiental es mucho más grave de lo que parece.
¿Cuál es el verdadero coste ecológico del papel de aluminio?
Aunque a menudo pasa desapercibido, el papel de aluminio es uno de los materiales más problemáticos desde el punto de vista medioambiental. Si bien su consumo se está reduciendo progresivamente, aún continúa siendo uno de los productos de uso cotidiano más populares. Su producción requiere grandes cantidades de energía y se basa en la extracción de bauxita, una actividad que genera deforestación, contaminación del suelo y pérdida de biodiversidad.
A nivel de emisiones, el impacto es igualmente preocupante. Una sola persona que utiliza papel de aluminio a diario para envolver su bocadillo puede llegar a consumir 1.080 metros de este material en seis años. Este consumo implica una huella de carbono equiparable a un trayecto en coche desde Barcelona hasta Milán, cerca de 924 kilómetros. Ahora, extrapolemos estos datos al total de la población que lo utiliza con frecuencia: el impacto se vuelve insostenible.
Instituciones públicas comprometidas con la sostenibilidad
Afortunadamente, muchas organizaciones ya están tomando conciencia y adoptando soluciones más sostenibles. Desde Roll’eat, proponemos una alternativa práctica y sostenible: envoltorios reutilizables para alimentos como el Boc’n’Roll, el Snack’n’Go o el Eat’n’Out, pensados para adaptarse a las diferentes circunstancias del día a día. Estos productos no solo evitan la producción de toneladas de residuos, sino que además educan e inspiran a un consumo más eficiente.
Por ello, desde instituciones públicas como el Ayuntamiento de Barcelona distribuyen cada año Boc’n’Rolls personalizados al alumnado de las escuelas que forman parte del proyecto, como parte de su campaña educativa, con el objetivo de reducir el consumo de papel de aluminio y otros envases de un solo uso e introducir hábitos sostenibles en las nuevas generaciones, que serán decisivas para el futuro de nuestro planeta. Los estudiantes registran los resultados en informes que evidencian el ahorro de residuos a lo largo del curso y posteriormente estas conclusiones se comparten con los miembros de las demás escuelas participantes en un encuentro anual.
El Gobierno del Cantón de Friburgo, en Suiza, también incluyó estos productos en su campaña de salud infantil “Je mange bien, Je bouge bien” (como bien, me muevo bien), promoviendo una combinación de hábitos saludables y sostenibilidad. Estos proyectos demuestran lo accesible que puede ser integrar la educación ambiental en la vida escolar.
Asociaciones que apuestan por el cambio
Organizaciones sin ánimo de lucro también han encontrado en nuestros productos una herramienta poderosa para concienciar. En Bélgica, GoodPlanet aprovechó la distribución de Boc’n’Roll para impartir talleres educativos en escuelas. A nivel nacional, Rezero ha impulsado campañas de reducción de residuos mediante diseños personalizados.
Empresas con propósito: sostenibilidad como valor de marca
A menudo, la necesidad de comer fuera de casa por falta de compatibilidad con el horario laboral, o los snacks de media mañana, propician la utilización de envases de un solo uso. Por eso, algunas entidades del mundo corporativo también se han querido sumar al cambio y reducir su impacto. Marcas como Groupe Bel (responsable de productos como Babybel) regalaron Boc’n’Rolls personalizados en campañas de fidelización, alineando sus acciones promocionales con un mensaje ecológico, y asociando la sostenibilidad a sus valores de marca.
En Asia, Delifrance Hong Kong premió la fidelidad de sus clientes con envoltorios reutilizables e incluso incentivó su uso a través de promociones en tienda. Siguiendo su ejemplo, otras empresas como PHB, ASAP Belgium, MTR Hong Kong o Yongo AG Insurance han elegido nuestros productos como regalos sostenibles para empleados y clientes, reforzando su compromiso con el medioambiente y posicionándose como empresas comprometidas con el cuidado del planeta.
La sostenibilidad empieza por pequeños gestos
Todo esto demuestra que un pequeño cambio en los hábitos cotidianos puede tener un gran impacto. Reemplazar el papel de aluminio por una solución reutilizable significa reducir residuos, disminuir emisiones, proteger recursos naturales y, sobre todo, fomentar e instaurar una cultura del consumo consciente en las próximas generaciones, que tendrán un papel clave en la conservación del medio ambiente.
Desde Roll’eat seguiremos trabajando para facilitar este cambio. Porque cada pequeño gesto individual puede contribuir a un gran cambio a nivel global.